LETTER FROM A LEGIONARY PRIEST:
Maciel Still Alive in the Legion of Christ
To His Excellency
Justo Mullor,
(Former Papal Nuncio to Mexico)
Piazza della Minerva 74,
00186, Rome, Italy.
22 April, 2012
Dear Monsignor Justo,
Full of shame have I
read the recent interview where you describe the calumnies and lies you were
subject to at the hands of my religious congregation, the Legion of Christ. Although
I am just one another member my begging forgiveness may not be very significant
but anyway I beg your forgiveness for what you have suffered at the hands of
Fr. Maciel and his collaborators.
Despite the efforts of
the Pope, of the Apostolic Delegate, Mons De Paolis, and of a small group of
Legionaries The Spirit of Maciel (Sp. El Macielismo)
has not been banished from the Legion and those that committed all kinds of
abuses, libel and canonical and administrative irregularities continue to be
protected. In fact, most of Maciel’s cupola continues to govern the Legion,
playing the same tricks they learned from their founder: falsified elections, half-truths,
fraudulent explanations to Vatican authorities, lack of transparency in
financial matters, and above all disregard for those who were wounded by the
crimes of Maciel and his henchmen.
Seminarians in Rome
are still being indoctrinated with the belief that Maciel was a prophet; there
is still a vow of “humility” whereby the religious swear before God to denounce
their brothers (who dare to doubt or criticize).
The Vatican Secretary
of State was asked in a November 3rd, 2010 letter to establish a
commission for truth so that once and for all Maciel and his evil spirit by
investigated and that justice be done to those harmed. It was hoped that those
who covered up Maciel inside the religious order and inside the Vatican would
be stripped of their powers. Unfortunately, the suggestion was not deemed
suitable and most of those who signed the letter have left the Legion by now.
This way cases like your own, and that of other calumniated Legionaries and
ecclesiastics, will not be vindicated.
Finally, Monsignor
Justo, it only remains for me to thank you for confronting Maciel’s corruption,
for having listened to the victims, and from bringing the greatest scandal in
the Catholic Church into the light. I understand that you have paid a hefty
price for being loyal to the Church. We can only hope that history and He who
is “Light of the World” will acknowledge you and reward you abundantly.
“Ex Igne Luz” (from
fire comes light).
Yours affectionately in Christ,
Fr. Peter Byrne, LC.
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Carta de un sacerdote LC
Mons. Justo Mullor,
Piazza della Minerva 74,
00186 Roma. Italia
22-04-2012
Estimado en Cristo Mons. Justo,
Con vergüenza he leído su reciente entrevista1
donde delinea las calumnias y falsedades a las cuales fue sometido a manos de
mi congregación, la Legión de Cristo. No siendo más que un miembro cualquier mi
petición de perdón no tiene mucho valor pero de todas maneras le pido disculpas
por lo que padeció por culpa del P.Maciel y sus colaboradores.
A pesar de los esfuerzos del Papa, Mons. De
Paolis y de un pequeño grupo de Legionarios no se ha logrado desterrar el
macielismo de la congregación y se sigue encubriendo a los que cometieron, por
ordenes de Maciel, todo tipo de atropello, difamación e irregularidad canónica
y administrativa. De hecho la mayor parte de la cúpula macielista sigue
gobernando en la Legión y con los mismos artilugios aprendidos del fundador:
elecciones falseadas, medias verdades, “aclaraciones” a las autoridades
vaticanas, poca transparencia en lo económico y sobre todo la ceguera a los que
fueron heridos por los crímenes de este hombre y su sequito.
Todavía se sigue enseñando impune a los
seminaristas en Roma que Maciel era un profeta, todavía hay un voto de
“humildad” donde los religiosos juran delante de Dios a delatar a sus hermanos.
Se pidió a la Secretaria de Estado en una
carta del 3 Nov. 2010 que se estableciera una comisión de la verdad para que de
una vez se investigara las fechorías del macielismo y que se hiciera justicia a
los que fueran dañados. La esperanza fue que los que encubrieron a Maciel
dentro de la congregación y dentro del Vaticano quedasen inhabilitados.
Penosamente la sugerencia no fue considerada oportuna y la mayoría de los
firmantes de la carta ya han abandonado la congregación. Así, casos como el de
usted, otros eclesiásticos y legionarios calumniados no serán esclarecidos.
En fin Mons. Justo, solo queda agradecerle por
haber tenido el valor de enfrentarse con la corrupción de Maciel, por haber
escuchado a las víctimas y ayudado que el más grave escándalo en la Iglesia
Católica moderna fuera traído a la luz. Comprendo que ha pagado un precio
significativo por su lealtad a la Iglesia. Hemos de esperar que la historia y
el que es “Luz del Mundo” hayan de reconocerle y premiarle abundantemente. “Ex
Igne Lux”.
Afmo. en Cristo, P.Peter F. Byrne L.C